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Presupuesto Personal Y Presupuesto Familiar: ¿Cuál Es El Propósito Del Equilibrio Entre Gastos e Ingresos?

La mejor manera de controlar los ingresos y gastos para poder alcanzar las metas financieras que nos propongamos, es a través de un presupuesto.

Un presupuesto se puede definir cómo el cálculo escrito y detallado de los gastos e ingresos para una situación concreta en un momento determinado Resulta recomendable realizar presupuestos mensuales que engloben gastos anuales.

En un presupuesto, con cualquier propósito deben constar los ingresos de cualquier índole y los gastos fijos y discontinuos, así como los extraordinarios, es decir, no se deben olvidar por ejemplo las cuotas a pagar de préstamos y créditos rápidos que se hayan solicitado y otorgado, porque las mismas no se paguen durante todo un período anual, o su importe no sea realmente relevante. Todo gasto y todo ingreso debe estar reflejado en el presupuesto.

Cuando una persona solo destina sus ingresos a sus propios gastos o solo destina una cantidad fija para un aporte familiar, resulta más sencillo hacer cálculos mentales sobre el destino de los ingresos. Cuando el presupuesto debe hacerse para una familia de

varios, la cosa cambia, y mucho. Los cálculos mentales no suelen bastar para la variedad de gastos que pueden existir en una familia.

¿Para qué sirve un presupuesto?

  • Para saber a dónde se va el dinero que entra en nuestra cuenta, de esta manera se podrá saber qué gastos deben priorizarse, reducirse o eliminarse.
  • Para establecer control. El simple hecho de ser consciente de cada gasto representa una ayuda inmediata y llevar el control produce tranquilidad mental.
  • Permite hacer previsiones y planificar. Sabiendo cuánto se gasta, también se puede planificar el ahorro y establecer metas a futuro.
  • Para crear un colchón financiero. Esta estrategia de gastos familiares permite con algunos meses de pequeñas privaciones hacer un colchón para enfrentar imprevistos sin tener que recurrir a financiación de terceros.

Un presupuesto tiene como meta cubrir todos los gastos y necesidades de un período con los ingresos que se obtengan en el mismo. Es cierto que, existen situaciones que por muy controlado que se mantenga el gasto, son imposibles de enfrentar sin una financiación que provenga de terceros. Para estas situaciones existen los préstamos y créditos rápidos online en sus distintas versiones y tipos, según las necesidades y oportunidades de cada uno.

A pesar de que uno de los consejos de oro de los expertos financieros es construir un colchón propio para emergencias e imprevistos que permita hacer frente a situaciones como averías, accidentes, desempleo, situaciones no cubiertas por seguros médicos, de hogar o de coche y similares, no sucede lo mismo con las metas y oportunidades que puedan presentarse para mejorar nuestra calidad de vida. Ante situaciones de ingresos muy ajustados, el objetivo es siempre el ahorro para imprevistos de emergencias, nunca para oportunidades.

Para estos casos, y siempre que los gastos estén monitorizados, por ejemplo, bajo un presupuesto, los préstamos y créditos rápidos son la solución ideal, ya que permiten disponer de un dinero casi inmediatamente, con la facilidad de poder devolver el capital obtenido y sus intereses en las cuotas que convengan según el importe que pueda sacarse pueda destinarse según el presupuesto. Es decir, se puede estructurar el préstamo y sus cuotas según convenga a la situación personal y familiar.

De esta manera se podrán alcanzar o disfrutar de manera más rápida oportunidades como la compra de un coche, un viaje de oportunidad, las vacaciones soñadas, un nuevo plan de estudios, celebraciones, entre otros.

Páginas especializadas como rapidos24.es presentan en una sola búsqueda las mejores opciones de préstamos y créditos disponibles en la red para poder acceder a las metas personales y familiares con mayor rapidez.

Recuérdese que la solicitud de cualquier préstamo o crédito debe ser una decisión mesurada y meditada, tomada con responsabilidad y que las cuotas a las que los mismos obliguen deben haber sido calculadas e incluidas en los presupuestos respectivos antes de concretar la transacción, para así asegurarse de poder hacer frente a la deuda con los ingresos personales o familiares y evitar caer en impagos o refinanciación de deudas.

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