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Lo botaron por defender a Panamá

El deporte no se escapa de la crisis moral que enferma al país. El atleta panameño se ve envuelto en s ituaciones increíbles y lamentables. Hasta luchar por la casaca nacional puede ser causante de un despido y el menosprecio de los jefes. Esto lo está viviendo Pascual Gálvez, un humilde santeño que sudó valentía en las arenas blancas de Bahamas por las 6 letras.

Gálvez es parte del equipo campeón de Panamá en el Premundial de Fútbol Playa de Concacaf. Fue un pilar de una de las hazañas más grandes del deporte panameño.

Sin embargo, esto no le importó a la empresa Subasta Ganadera para echarlo. ¿El motivo? Pedir permiso para jugar con la selección.

Pascual trabajaba en la sede de Guararé y ahora es un desempleado más.

Con sus manos callosas y sus ojos soñadores, Pascual nos recibió en su humilde hogar en Albina Grande, en Guararé.

Entre bloques desnudos, las cosas materiales pasaban desapercibidas por el amor y comprensión que se respiraba, aunque el único sustento ya no existe.

‘Esto es muy triste’, confesó con los ojos llorosos.

‘En principio me dijeron que me iban a dar el permiso. Luego el gerente general me dijo que sería una licencia sin sueldo. Yo estaba tranquilo con las dos decisiones. Lo importante era no perder mi trabaj o, pero todo fue una trampa. Me despidieron por abandono de trabajo en diciembre cuando estaba en la preselección’.

Con 26 años de edad, Pascual creció junto a su madre y sus dos hermanas. Desde los 5 años cortaba los montes guarareños para ganarse algunas monedas.

Aprendió muy joven a afilar el machete y también le pegaba bien a la pelota de béisbol.

Incluso llegó a jugar en la preselección de Los Santos. Al final, el destino lo llevó a gambetear descalzo.

‘Jugaba muy bien béisbol, pero el fútbol era mi pasión. La playa está muy cerca de mi casa, 5 minutos caminando, y jugábamos en la arena. Jugué en los equipos más reconocidos de Azuero y luego conocí la cancha del señor Ariosto Espino en Macaracas, donde me descubrieron los profesores Schubert Pérez y Pacífico Girón’, explicó.

Pascual se prepara a partir de hoy para el Mundial de Bahamas, en el que Panamá enfrentará a Portugal, Paraguay y una selección de Asia.

Los viáticos de la Federación Panameña de Fútbol los utiliza para llevar los alimentos a su casa. Su madre está enferma y su esposa cuida a sus pequeños hijos de 1 y 2 años.

‘Yo, como una madre humilde, le pido a Pandeportes o a la Federación un trabajo para mi hijo. Yo soy una carga para él por mi enfermedad y mis nietos necesitan su seguro social. Tengo fe en Dios que me lo pueden ayudar’, pidió doña Aurelia Cortés Díaz, conocida por cocinar el mejor arroz con pollo de la región. A pesar de los pocos recursos, nos atendió con su sazón.

En Guararé reina el Cerro Canajagua y las cuerdas alegres de la mejorana. Allí nació la madre del atleta más grande nacido en Panamá, un tal Roberto Durán.

En este corregimiento de la provincia de Los Santos, pocas casas tienen servicios de internet. Una de ellas era la de Karelis Bravo Gutiérrez, novia de Pascual desde los 10 años y hoy en día su esposa y madre de sus dos hijos.

‘En la casa de mi papá nos reuníamos a ver los juegos. Mi papá tiene internet y pudimos apoyarlo desde la distancia. Fue muy emocionante cuando clasificaron al Mundial y fueron campeones. Estoy muy orgullosa de él. Buen deportista, buen padre, buen hijo y buen esposo. Solo espero que lo ayuden con un trabajo’, dijo Karelis, quien acompañaba a Pascual a los torneos nacionales.

Pascual se despidió de su familia entre lágrimas y preocupación. Hoy arrancan los entrenamientos de la selección pensando en el Mundial y su situación es difícil.

‘Pascual es uno de los mejores jugadores del país. Lo considero muy disciplinado y humilde. Muy querido en el grupo. Ojalá lo puedan ayudar con un trabajo digno’, manifestó Pacífico Girón, asistente de la selección de fútbol playa.

Mientras entrena en la Ciudad Deportiva, sus seres queridos dependen de lo que les puede mandar. Así es la vida del atleta panameño: olvidado, sacrificado e incomprendido. ¿Vale la pena ser deportista aquí?

‘En un principio me dijeron que me iban a dar el permiso. Yo estaba tranquilo con las dos decisiones, pero todo fue una trampa. Me despidieron por abandono de trabajo en diciembre cuando estaba en la preselección’,

FUTBOLISTA

Fuente: Duro al Hueso / Alvaro Martínez / El Siglo

Algunos de los Goles de Pascual Galvez – el de chilena fue espectacular !

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