Tecnología

USB Killer: el pendrive que destruye tu ordenador en segundos

Sacan a la venta un dispositivo que, al conectarse a la entrada USB, acaba con tu equipo para siempre. ¿Qué sentido tiene un producto así?

Parece un pendrive normal y corriente, pero no lo es. USB Killer es un dispositivo que puede acabar con tu ordenador en cuestión de segundos y de forma irremediable. Acaba de ponerse a la venta y ya se han adquirido todos los que se habían puesto en el mercado.

Estábamos advertidos del peligro de USB diseñados para robar la información interna, pero el objetivo de éste es diferente: destruye por completo -y para siempre- tu equipo. El pendrive funcionada de la siguiente manera. Al conectarlo al puerto del USB, almacena parte de la corriente eléctrica del ordenador y, después de haber absorbido cierta cantidad, la devuelve de golpe al ordenador. Descarga unos 220 voltios cuando el voltaje máximo que puede resistir una entrada de USB es de 5.

El dispositivo repite cíclicamente este proceso hasta que es desconectado físicamente y no solo puede acabar con ordenadores, sino también con cualquier aparato que cuente con un puerto USB. Eso incluye televisores, consolas o teléfonos móviles que lo dispongan.

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El USB Killer fue creado por un equipo de expertos informáticos de Hong Kong en 2015 para que los fabricantes verificaran la seguridad de los equipos que vendían. Sin embargo, solo Apple mostró interés y los adquirió para proteger a sus productos de este ataque. De hecho, sus productos son los únicos que se salvan.

Los creadores del pendrive decidieron entonces que, si los fabricantes no lo querían, lo podrían en las manos de los consumidores por 49,95 euros. No obstante, algunos no ven buena fe en este cambio, ya que resulta poco probable que el dueño de un ordenador quiera probar la seguridad de lo que ha adquirido y conecte el USB Killer para ver si se destruye o no. Con toda seguridad, piensan los críticos, esos pendrives serán utilizados para destruir equipos ajenos.

Los de Hong Kong se defienden esgrimiendo que el USB Killer es un producto como otro cualquiera y que la posibilidad de mal uso sucede con todos los objetos, «como un martillo o un ladrillo», escriben.

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