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Quedó alto y claro que los consentidos del voto popular y líderes en sus diferentes circuitos son los diputados

Los discursos políticos empiezan a calentarse, con las recientes maniobras emanadas del partido Cambio Democrático se encienden los tambores para lo que será la próxima fiesta electoral a lo interno de este colectivo.

Un partido político sin bancada en la Asamblea Nacional es como un líder sin equipo, así quedaría Cambio Democrático, carente de gobernabilidad aún y cuando tenga preferencia popular, nos referimos a las recientes declaraciones de la presidenta encargada al descalificar las acciones y un juicio político sin fundamento abierto al amigo Raúl Hernández y la expulsión de los diputados Yanibel Abrego, Manuel Cohen, Noriel Salerno, entre otros, por tener un criterio de no líneas partidistas y por el rescate de los principios de quienes legislan a favor de los intereses del pueblo panameño.

Y es que los señalamientos hechos de manera irresponsable y sin medir las consecuencias trastocaron a la dirección del partido, surgiendo reacciones por parte de altos directivos, entre ellos su secretario general y virtual candidato a la Presidencia de la República, Rómulo Roux, quien apuntó en contra de las infalibles expresiones sobre que la traición viene de quienes quieren dividir al colectivo, aunado a las declaraciones de la ex primera dama, Marta de Martinelli, que lo que se busca es la unidad secundado por el líder y fundador Ricardo Martinelli.

Quedó alto y claro que los consentidos del voto popular y líderes en sus diferentes circuitos son los diputados, quienes, con sus diversas estructuras, garantizan el acercamiento de las bases y los mecanismos para contribuir y fortalecer los lineamientos en materia política.

La unidad es lo fundamental y sobre todo la renovación porque las peleas internas lo que hacen es debilitar el proyecto institucional con miras a garantizar el triunfo en las próximas elecciones, empero Roux en recientes declaraciones pública y algo muy importante fue destacar que nadie se va para ningún lado, haciendo referencia al supuesto proceso de expulsión instaurado por parte de una dirigencia debilitada que no ve con luces largas el liderazgo de los diputados.

La supuesta división no existe dentro de CD y quedará demostrado el próximo 21 de enero cuando los 321 Mil miembros que ejercerán su derecho a escoger a sus nuevos directivos dejarán como ejemplo a los demás partidos políticos la democracia y el poder de las bases escapando o liberando a la organización de declaraciones ‘malcriadas’ e infundadas por un sector que no representa el liderazgo de quienes sí recorren a diario y ven de cerca los problemas de las comunidades.

La clase política necesita renovación, liderazgo y un sentido común de humildad, dejando atrás el complejo y revanchismo de quienes no pueden levantar la frente de sus problemas emocionales y personales que la inhabilitan moralmente para cuestionar a quienes sí tienen los criterios de objetividad para hacer de Panamá un país con más recursos, productividad y desarrollo.

Fuente: La Estrella de Panamá / Comunicador Social

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